Blue Moon

Por The Mavericks y @andycyca

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Blue moon

El término Blue moon se refiere a la segunda luna llena de un mes-calendario, un evento que ocurre cada dos o tres años. La última Luna azul ocurrió el 30 de Septiembre del 2012. La próxima será el 31 de Julio del 2015. La palabra «blue» en este contexto también se relaciona con un estado de ánimo triste y decaído.

you saw me standing alone

Debido a su rareza, la frase inglesa «once every blue moon» (lit. «una vez cada Luna Azul») se usa para referirse a eventos improbables o raros.

without a dream in my heart

El ritmo que le imprimió Elvis Presley (como balada lenta) queda mucho mejor que la versión Doo-Wop, en mi opinión. Si tienes una melodía linda y triste acerca de alguien que está solo, un ritmo más rápido choca con el feeling. Nadie le llora a la luna chasqueando los dedos y con una sonrisa en la boca.

without a love of my own

Es una canción bonita, sencilla y significativa. Es fácil de aprender y difícil de dominar. Sólo necesita una voz y una guitarra, así que puedo interpretarla sin mucho problema sin necesidad de un grupo o instrumentos adicionales. Por lo mismo, no hace falta nada más que mi propia resolución para comenzar a cantar esta pieza donde sea, a cualquier hora. Es sumamente espontánea

Blue moon

Puedo echarme a cantar esto en cualquier momento y hacer una interpretación completa, que no suene a un ensayo. Habrán miradas extrañadas, pero eso es una reacción común a los actos de arte inmediatos y sin aviso en la vía pública. No me importa. Puedo cantar esto hasta en mis sueños.

you knew just what I was there for

Mejor dicho, pude cantar esto hasta en mis sueños. Tú estabas ahí, bailando al ritmo de mi voz. Despacito, apenas algo más que un mecerse rítmico. Dando vueltas abrazados, alrededor del eje que en ese momento es el eje alrededor del cual gira toda la Tierra y todo el universo.

you heard me saying a prayer for

Pero no bailabas conmigo ni me volteabas a ver. Sólo usabas mi ritmo, mi música. Tal vez bailamos juntos antes, pero fue una rareza. Tal vez volverá a ocurrir, pero no será lo mismo que antes.

someone I really could care for

Piensa en mí

Piensa en mí

Por: Luz Casal y @andycyca

Si tienes un hondo pesar, piensa en mí

Pienso todo el tiempo. Sería romántico o inspirador decir que siempre pienso en cosas interesantes, útiles o divertidas. Sería bueno decir que pienso en cómo ayudar a los demás, cómo ser una mejor persona, cómo resolver los problemas del mundo y cómo trascender en esta corta vida.

La verdad, muchas veces sólo pienso en mí. En tí. Pienso en lo que seríamos juntos. En lo que me gustaría ser contigo. En lo que me gustaría vivir contigo.

Si tienes ganas de llorar, piensa en mí

A menudo quiero dejar de pensar. Quiero cerrar una llave, apagar el interruptor, presionar un botón para poder estar sin necesidad de observar y analizar. Quiero dejar de recordar tantas cosas, dejar de conectar los puntos y dejar de crear cadenas de memorias. Quiero llorar porque sí y no porque mi cerebro me obliga a hacerlo

Ya ves que venero tu imagen divina

A veces pienso que idealizo muchas cosas y que las pongo en un pedestal donde no merecen estar. Las personas, las situaciones, las expectativas son demasiado altas y la realidad está hecha de un espectro de alturas.

No sé si será puro egoísmo. Querer que todos los que quiero sigan aquí. Querer a una persona como la persona perfectamente imperfecta con quien puedo compartir mi vida. Querer que mi vida termine siendo algo más que lo que es ahora.

Tu párvula boca que siendo tan niña me enseñó a pecar

No puedo negar que todos esos sentimientos me ganan a veces. Me quitan el juicio, me hacen actuar diferente. Algunos de ellos me llevan a la euforia, a volar, a soñar despierto. Ahí es donde todo comienza a fallar, cuando uno se pierde a sí mismo.

Piensa en mí cuando sufras

Cuando uno se pierde a sí mismo las posibilidades parecen multiplicarse más allá de los límites reales. Se crean caminos en las nubes y castillos en el aire (cuando todo va bien). Se crean bosques, demonios y sombras que no están ahí, pero que nublan la vista de igual forma. El mundo se rehace a la imagen de su creador, pero no tiene la consistencia de la realidad, es apenas un sueño.

Cuando llores también piensa en mí

Pensar tanto me lleva a estos sueños raros. Los sueños bonitos me piden que los recorra, los sueños malos me atrapan en sus laberintos. Vivo constantemente caminando estos jardines imposibles hasta que tropiezo con una piedra real y todo se desvanece unos momentos.

Perder todo ese mundo me duele y me recuerda que no encajo en esta realidad. Lloro y comienzo a pensar en lo que me llevó a vivir el sueño. Lloro y pienso en las personas que fueron las semillas de estos bosques, aún sin saberlo. Lloro y pienso y lloro más.

Cuando quieras quitarme la vida; no la quiero para nada

Ahí es cuando quiero deshacerme de todo. De mi trabajo, de mi casa, de mis libros, de mis letras y de mi tierra. Quiero dejar todo esto enterrado para que nadie lo encuentre en mil años, después de haber nutrido (o envenenado) la tierra que lo encapsula. Cuando nadie lo reconozca.

Quiero dejarme en la tierra y tirar al aire lo que sobre. Disolverme hasta que el smog me consuma.

Para nada me sirve sin tí.

Una mala decisión, una buena conclusión

Now Playing:

I let the melody shine,
let it cleanse my mind,
I feel free now
But the airways are clean
and there’s nobody singing to me now

– The Verve — Bittersweet symphony –

Estoy apenadísimo contigo. Eso es bueno, supongo
Bed Window B&W


Anoche pensé en ti. No de la forma que posiblemente estás imaginando, pero sí con la misma intensidad. No sé si fue ese café extra grande combinado con pizza o el cansancio extremo en mis piernas los que me obligaron a quedarme acostado con el corazón latiéndome a 300 bpm.

Curioso ¿no lo crees? A pesar del high de la cafeína estaba completamente quieto, boca arriba, con las luces apagadas y escuchando Les Miserables con los audífonos más grandes que tengo. Convulsiones internas al mismo tiempo que sonaba A heart full of Love. Mezclar el ritmo de mi cuerpo con el de la música era algo así como cocinar comida mexicana aventando mole, tortas ahogadas y chiles en nogada en una licuadora.

No, no lo intenten. Tampoco lo de la licuadora.

Anyway, estaba pensando en ti como no había pensado en nadie desde hace años. Pensando en el rato que pasamos juntos y pensando que todo iba bien hasta que, de acuerdo a la profecía, la regué y me comporté como un idiota. Story of my life. Cuando llego a un punto crítico en una historia siempre hablo cuando debo callarme, me levanto cuando todos permanecen sentados y aviento tomates al escenario cuando todos aplauden.

No es la primera vez que me pasa este error específico, es la tercera o cuarta vez en mi vida; pero a diferencia de las veces anteriores, ésta sí que me pegó por dentro. Hace mucho tiempo que no me sentía tan mal frente a alguien.

No he pedido una disculpa apropiada y el optimista en mí me dice que no será necesario, pero igual quiero hacerlo.


Estos párrafos mal escritos ilustran una pequeña historia con una gran enseñanza/incógnita: ¿por qué esta vez sí me importó cómo me ve esa otra persona?

Love takes hostages

Foto: Bed Window B&W por Christopher Sessums, usado bajo una licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 2.0 Generic

Don’t look them in the eye

Now Playing:

Look down, look down,
You’ll always be a slave
Look down, look down,
You’re standing in your grave

– Alan Boubil y Claude-Michel Schönberg; «Work Song / Look down» –

Falling rain, Running Water

Estoy saliendo de una relación abusiva.
No puedo decir que ya salí de ella, pero ciertamente estoy más cerca de la salida que de la entrada. Han sido casi dos años de malos entendidos, faltas, pasivo-agresividad y desagrado en general (por ambas partes, no estoy diciendo que sea únicamente su culpa). Han sido dos años en los que por otras razones tuve que alejarme fuertemente de la música y mi entrenamiento vocal. En estos dos años han venido demasiados cambios para nosotros y aunque pudimos sobrevivirlos, el viaje no fue nada agradable.

Es bien sabido que cuando ocurre un problema grande entre varias personas, suele polarizarlas: o acerca más a los involucrados o los aleja. Bien, adivinen qué pasó en esta ocasión. Ahora añádanle las primeras transiciones a la “vida adulta” como un trabajo formal, el aprender a vivir de los recursos que uno gana sin ayuda, las presiones de la tesis y la titulación y puntos de vista muy diferentes sobre la vida en general. Todo esto sirvió para romper lo que ya estaba agrietado.

Pero afortunadamente estoy de salida. Estoy cortando cuidadosamente los pocos cabos que aún quedan, no porque quiera terminar “por las buenas” (porque definitivamente eso ya no es posible en este punto); más bien porque quiero un corte definitivo y que no deje lugar a dudas o a segundas opiniones.

Ello requiere un esfuerzo mental muy grande (al menos, para mí). Si todo lo que dicen los maratonistas es cierto, la fase final es la más dura, justo cuando puedes ver la proverbial luz al final del túnel. Los últimos metros son los que más duelen y en los que más se quiere apurar uno para cruzar la meta, pero si uno corre más de lo que puede, termina peor.

En mi caso, tengo todavía que aguantar algunos regaños (que desgraciadamente me merezco), soportar un poco de inmadurez y al final todo será mejor. Confío en mí mismo, sé que como el héroe de mi historia tendré un final feliz, pero no sin antes pasar por problemas. Éstos son los momentos definitivos, en los que más quiero hacerme bolita y llorar como el hombre inmaduro que soy a mitad de la jornada laboral. Son éstos los momentos en los que mis amigos verdaderos desaparecen y debo enfrentar todo yo solo.

Saldré bien al final de ésta, se los prometo; pero jijos cómo cuesta. No se alejen de mí. Gracias por leerme.

Foto: Falling rain, Running Water por Kirrus; usada bajo una licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-SA 2.0)

El tiempo curará

Now Playing:

She looks like the real thing
she tastes like the real thing
my fake plastic love

But I can’t help the feeling
I could blow through the ceiling
if I just turn and run

And it wears me out, it wears me out
If I could be who you wanted
If I could be who you wanted all the time

– Radiohead — Fake plastic trees –

Low tide and fog - Powder Point Bridge

A pesar de lo mucho que me cuesta, la gente se va de mi vida. Se casan, tienen hijos, se cambian de casa o de ciudad, consiguen un trabajo o simplemente abandonan los recuerdos. A cambio, muchas otras personas entran también a este escenario, de formas que nunca me hubiera imaginado (es increíble la diversidad de personas que puedes conocer sólo por ampliar un poquito tu zona de confort).

Es algo duro ¿sabes? Porque los seres humanos no podemos manejar ni entender el concepto del infinito, del siempre, del todo. Aún así los usamos para describir el amor que sentimos, nuestra imaginación, nuestras metas, nuestros alcances. Somos tan fáciles de palabras y de pensamientos y describimos nuestra capacidad como infinita cuando ni siquiera podemos imaginarnos el número «un millón»

Por buena o mala suerte, recuerdo muchas cosas que no intento archivar activamente (al contrario, por ejemplo, de una fórmula para un examen). Puedo leer nombres en una página y recuerdo si conozco a esa persona de la escuela o de algún otro lugar; las cosas que compartimos (si es que hay alguna) y ese tipo de datos triviales.

Por eso a veces caigo en esa creencia de que un amigo estará ahí para siempre, que todo saldrá bien y que podremos hablarnos como si nada todos los días de la vida. A pesar de lo que muchos dirán, no es así.

No digo que la amistad no sea algo que pueda durar toda la vida; definitivamente un buen amigo buscará ayudarte al máximo de sus capacidades en cualquier momento, querrá lo que es mejor para tí, se alegra con tus alegrías y le duelen tus penas; pero el amigo puede no «estar ahí» para siempre. No me refiero a que morirá (porque, por otro lado lo hará) sino a que lo único constante en la vida es el cambio y puede ocurrir en cualquier momento.

Las instancias más comunes en mi vida han sido amigas que tienen un embarazo no planeado, mudanzas por cuestiones académicas y familiares, cambios radicales de ánimo por problemas (incluyendo adicciones, depresión e intentos de suicidio), cambios «repentinos» de religión o espiritualidad, prisión y enfermedad (entre muchas otras). Todos estos factores han cambiado de una u otra forma la amistad que tenía con algunas personas: algunas se olvidaron de mí, algunas cambiaron el tema, algunas buscaron activamente alejarme de sus vidas, algunos se volvieron más cercanos.

Muchos podrán recordar casos parecidos que les hayan ocurrido: amigos que después de unos días o años ya no son como antes y la amistad cambia. Es normal, la gente cambia, sólo que nunca cuando y como lo esperamos. Nadie observa sus propios cambios de la misma forma en que no puedes ver tu propia cara sin la ayuda de un espejo; es por eso que los pequeños cambios dentro de uno son prácticamente invisibles hasta que se acumulan después de un tiempo. Lo mismo pasa con los demás: no saben de esos pequeños cambios hasta que los ves después de un año y tú les sirves de espejo (y viceversa).

Mientras esos cambios pasan desapercibidos todo parece igual y es casi natural pensar en la inmutabilidad: si no hay cambios aparentes es porque todo sigue como antes. Sin embargo en toda relación entre seres humanos los cambios deben ser observados, porque ellos serán los que dicten el futuro de la relación, tanto para bien como para mal.

(Nótese que al hablar de una relación hablo de cualquier tipo de conexión entre seres humanos, no sólo una relación romántica. Por alguna razón mucha gente no considera la amistad como una relación y eso es un error, pero hablaré de ello en otro post)

El tiempo es lo único que avanza constante en este caos; lo único que podemos predecir más o menos acertadamente. Si no hay cambios en nada, podemos pensar fácilmente en las palabras «para siempre» sin detenernos a ver que ni siquiera nosotros somos para siempre. Ése es un pequeño gran error en el que aún caigo y que aún me golpea cuando veo que la gente no es igual que antes (y que la relación ha cambiado «de un día al otro»)

El tiempo curará, sí; pero sólo después de haber causado daños. Algunos golpes pueden ser esquivados, pero no todos. Prepárate para vivir una vida no perfecta (es decir, maravillosa)

Foto: joiseyshowaa, usada bajo una licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-SA 2.0)

Más atrás

Now Playing:

¿Qué más si me quemas?
¿Qué mas si me tocas y digo que no?
Ha sido mi promesa no escribirte una canción.

[…]

Quemaste mis palabras,
¿Qué más da si respondo?
Al final vuelve a ser igual.
Tú sentada, yo al volante
y mis sueños más atrás

– Aldo Obregón — Más atrás –

Prayer is the language

Cuestionar las cosas que te rodean es usualmente algo bueno. Puedes preguntarte por qué crees en lo que crees, por qué haces lo que haces y por qué vives lo que vives. Preguntarte sobre aquellas decisiones que tomas y que dirigen, de alguna forma, tu vida y tu futuro. Preguntarte qué respuestas necesitas en tu vida.

Las preguntas son buenas. Las respuestas, sin embargo, suelen involucrar algo de desastre.

He conocido varias personas que no se cuestionan y han terminado en una vida que no reconocen. No saben por qué trabajan en lo que trabajan, por qué viven donde viven o por qué hacen lo que hacen. Parece que un día despertaron y por arte de magia ya estaban ahí, en esa vida prefabricada. Aparentemente, eso que llaman «los caminos de la vida» es una especie de magia del Destino, un hechizo que siempre lleva a la gente a una situación en la que no se conoce a sí misma, en la que las sorpresas lo toman a uno y no lo dejan salir, en donde la sartén te toma por el mango y el toro te toma por los cuernos.

A veces yo también soy uno de esos. No nos cuestionamos porque es muy difícil encontrar las preguntas correctas y las respuestas suelen implicar un movimiento enorme de nuestra parte. Ese tipo de respuestas requieren un cambio, un movimiento en nuestra vida, cosa que nunca es fácil de hacer. Lo que es peor aún: a veces nos quedamos inmóviles pensando en lo que deberíamos de hacer. nos aterra el cambio y nos atormenta la idea de saber que algo debe cambiar: estamos paralizados y horrorizados.

¿Cómo deberíamos actuar ante estas situaciones? El sentido común me dice que deberíamos ignorar al instinto del status quo y comenzar a preguntarnos qué hacemos de nuestra vida (cosa que no necesariamente tiene que ver con lo que estudiamos o con nuestro trabajo de 40 horas a la semana)

En otras palabras, preguntarte cuál es tu historia.

Ésa pregunta, por muy cliché que pueda sonar, ha sido una base creativa para mí, una forma de impulsarme a buscar algo más. No he llegado muy lejos, pero hasta ahora he podido construir algo que puedo llamar mío y que nadie más podrá replicar. Cuentos, libros, un par de canciones, algo de trabajo extra… No es mucho, pero está ahí.

No es fácil, desde luego pero no tiene por qué serlo.

¿Te has preguntado cuál es tu historia (si es que estás construyendo alguna historia)?  Me gustaría que sí, pero si no, no podré esperarte. La vida es suficientemente larga como para comenzar en cualquier momento, pero suficientemente corta como para no detenerte una vez que has comenzado. Comienza a hacerte las preguntas difíciles y vamos a buscar la respuesta. Ése camino nunca te hace perder.

Foto: Leland Francisco, usada bajo una licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0)

Real Life Champions

Now Playing:

Times of joy and times of sorrow
we will always see it through
I don’t care what comes tomorrow
We can face it together
the way old friends do

– ABBA –

En noviembre pasado (es decir, durante NaNoWriMo 2011) me vino a la idea hacer una novela en la que el protagonista sale en busca de un sabio legendario. En su camino, sin embargo, debe enfrentar peligros y retos de distintas clases. En cada «reto», aparece un personaje extra, que conoce la situación y que ayuda al protagonista a superar las dificultades; de modo que cada vez el protagonista se supera a sí mismo, logra vencer los problemas que tiene enfrente.

Desde luego, la historia no es nueva (dependiendo de a quién le preguntes, cae en uno de tres, siete, veinte o treinta y seis argumentos básicos) pero debía contarla a mi manera. Quería que el protagonista no fuera el verdadero héroe; quería hacer que todos los «coprotagonistas» fueran los verdaderos héroes de la historia, los que en realidad vencieron las adversidades, aún si ése no era su objetivo y aún si no recibían reconocimiento de nungún tipo.

Desde luego, estaba basado en una historia de la vida real: la mía. Quería pintar a algunas de las personas más importantes de mi vida como héroes que me han ayudado a vencer algunas de las peores situaciones o características de mi vida. Desgraciadamente la idea es aún demasiado grande para un escritor como yo (aunque eso no quiere decir que no lo haré nunca, simplemente que aún no estoy suficientemente maduro como para escribir tamaña historia).

Pero quiero aplicarlo en algo más. Posiblemente hayan oído hablar de SuperBetter (o recuerdan haberlo leído aquí mismo, en éste post) Desde que oí de ese juego vengo buscando una forma de aplicarlo a mi vida (y una idea perversa mía ha sido intentar combinar ése concepto con la canción «Cartoon Heroes». Go figure)

Lo único a lo que he llegado es crear(me) un nuevo concepto que llamo Real Life Heroes. Definir, de alguna forma, a las personas que en mi vida son héroes. Es fácil identificarlas por sentimiento, pero quiero que sea algo más objetivo, algo más medible. Algo que pueda usar como un juego, una forma divertida de reconocer (aunque sea simbólicamente) a los héroes modernos, los héroes personales. Quiero premiar a esos héroes.

Quiero también que otros participen en este juego, pero no necesariamente conmigo. Quiero que, al final, cada quien juegue y reconozca a sus propios héroes. Que por todos lados se dé algo de crédito a los héroes de todos tamaños y colores. Es un sueño guajiro, pero es uno de mis sueños.

Mi problema es que jamás he diseñado un juego y no sé bien por dónde comenzar. Sé diseñar experimentos en un laboratorio y creo que no es un mal inicio; pero no es suficiente. Supongo que, hasta que tenga el juego bien armado, me conformaré con decir un «Gracias» de lo más profundo de mi ser.

space

Citas, citas, citas

Now Playing:

¿Quién promete eternidad?

– Juan Pablo Villa –

Durante los años que te he conocido, siempre me has recordado una frase, siempre la misma. Hace unos pocos minutos la volví a leer en otro lugar, completamente diferente a lo que tú y yo compartimos.

No es una frase nueva para mí: viene de un libro que leí hace muchísimo tiempo. Tanto tiempo hace que olvidé de dónde proviene. Hace unos minutos recordé ese libro y te recordé a tí. Sin embargo, el contexto entero era diferente, me planteó una pregunta desde un nuevo punto de vista.

¿Cómo es que una misma frase puede plantearme dos preguntas? Una, la que tú me diste, me preguntaba sobre lo que hacías, sobre lo que hacíamos. La que me dio este papel me pregunta sobre lo que soy, lo que hago para mí, mi lugar en el universo.

Sé que estoy escribiendo «muy críptico» y lo hago a propósito, no quiero revelar la frase para no obtener una respuesta. Quiero reflexionar sobre lo que significa tener la misma frase que tú me diste y reinterpretarla sin tu contexto (o mejor dicho, sin tí como contexto)

Evidentemente el autor quería decir algo al escribir esa frase, pero ahora ha cobrado dos significados. ¿Qué pensaría el autor? ¿Estaría de acuerdo? ¿Cuál de los dos significados escogería, si es que escoge alguno?

Es una lástima: probablemente hemos malinterpretado a alguien que, ya muerto, no puede defenderse ni explicarnos su idea. ¿Cuántas otras citas no habremos malentendido? A lo mejor pensé que te quedaban perfectamente y te las di sin más, sin ponerme a pensar si realmente estaría expresando lo que esas letras querían expresar.

Supongo que nunca lo sabremos así como nunca podremos tener letras perfectas, porque nacen de nuestros corazones imperfectos. Siempre tendremos al error presente y escondido. Siempre podremos malinterpretar(nos) y siempre nos quedaremos con la duda. ¿Para qué te escribo, entonces?

Te escribo, sencillamente, porque sabes leer. Tengo fe en tí.

Marzo

Now Playing:

Nous sommes de Fond-de l’Etang
C’est pour le moins déconcertant
nous sommes de Fond-de-l’Etang
Et c’est bien ça qui est embêtant

– Bruno Coulais –

Hace unos días le decía a una amiga que yo todavía no salía de Febrero, que este año Marzo llegó adelantado.

De verdad, hay momentos como éste en los que no estás preparado para el tiempo. ¿Cómo es posible que hace apenas dos semanas era San Valentín? No, algo debe estar mal. Hace apenas un mes el año todavía sabía un poco a nuevo y ahorita ya estamos saliendo de «crudo» entrando a «término medio»

Ni modo, como alguna vez me dijo Buba: así es esto del espacio-tiempo.

De cualquier forma, ya estamos suficientemente adentrados en el año como para comenzar a ver algunos frutos. En efecto, la mayor parte de las resoluciones de año nuevo ya se consolidaron o ya valieron madre; las grandes planeaciones del año ya se hicieron y ya se deberían estar siguiendo, los proyectos ya deben estar establecidos. ¿Qué has planeado de tu año?

En mi caso, este año debe ser un año de cerrar ciclos. Si todo va bien y trabajo duro, debo terminar la carrera en Diciembre para estarme graduando a mediados del 2012, con todo y tesis. La pregunta obligada es el «¿Y luego?» Confieso que me aterra sólo pensar en la pregunta.

Este año debería ser también mi segundo año como Municipal Liaison para la región México::Sur en NaNoWriMo, el próximo Noviembre. Aún no termino de editar el libro anterior y ya quiero escribir el siguiente, así funciona mi cabeza loca.

Este año debería ser también el de ir viendo en qué voy a trabajar, ya como adulto parte de la fuerza económica nacional. Un año de leer más, editar más mis textos, cocinar más. No hay forma de sacar tanto tiempo.

Los días se me han hecho más largos que las semanas, de repente llevo dos meses del cuatrimestre y ya tengo que cerrar mis proyectos. No hay justicia: aún no estoy listo. El futuro me está llegando más rápido de lo pensado, en microdosis para que no me dé cuenta. No me quiero dar cuenta. ¿Estoy mal?

Más lecturas

Now Playing

??? (King of Africa)

– Douster –

En serio, he retomado el gusto por la lectura. Después les platico de eso, pero primero les quiero dejar la frase de esta semana:

[…]»But how? What can I do?» he asked himself, and looked imploringly
at the sky and at the trees, as though begging for their help.

But the sky and the trees were mute. His noble ideas were no help,
and his common sense whispered that the agonising question could
have no solution but a stupid one…

Por el Maestro Chekhov (link)

Ya en serio. Lo que pasa es que antes solía marearme si leía en un automóvil (o en el micro, el metro… cualquier transporte terrestre). El caso es que un buen día me fui al callejón del libro a comprar una que otra curiosidad. En una de esas decidí llevarme un libro a la escuela (ya sabes, para romper la monotonía de los otros libros) y descubrí que ya no me mareaba. ¡Felicidad pura! Además, gracias al hecho de que ahora mi ciclo de sueño es regular, puedo aprovechar todo el transporte como tiempo de lectura (haciendo cuentas, sumo más o menos 12 horas de lectura a la semana sólo por adoptar este método)

La otra fue, precisamente el libro. No les diré qué libros me compré y qué libros he leído, pero sí les puedo decir que fueron excelentes. EXCELENTES. Me los compré en el mismo callejón.

Ahora sí viene la parte que les quiero compartir. Si usted, querido lector o lectora, me estima lo suficiente como para hacerme un regalo (de navidad, cumpleaños o lo que sea) les pediré que no me regalen un libro así como así. Les daré algunas opciones:

  1. Regálenme un libro que yo estoy buscando. Así me darán no sólo la alegría del libro sino la felicidad de saber que se tomaron el tiempo de buscar un libro que quiero y la felicidad de haberme ahorrado tal búsqueda.
  2. Llévenme a la librería a que yo escoja el libro. En serio, soy muy caprichoso. De repente puede que un libro que no conozco me llame la atención y lo quiera. Si usted elige esta opción y cree que tiene la suficiente confianza conmigo, llévenme también a un bazar de libros o parecido. En serio, no tengo nada contra los libros de segunda mano (el hecho de que sean más baratos no los hace malos [en todos los casos])
  3. Dénme el dinero y una nota en la que, además de felicitarme, me digan que el dinero debe usarse expresa y solamente en libros. Prometo tomar sus indicaciones al pie de la letra (bueno, puedo gastar un peso o dos en dulces o lápices).
En serio. Para mi cumpleaños, alguien me regaló un libro. Es un best-seller y yo ya había oído que era bueno, pero no sentía deseos especiales de leerlo. Lo acepté, ¿qué podía hacer? Todavía sigue en su cubierta de celofán. Estoy pensando seriamente en revenderlo, debe haber alguien dispuesto a pagar unos pesos por él. Yo ya terminé un libro y estoy leyendo otros dos y tengo planeado comprar uno más al terminar éstos. ¿Para qué lo mantengo?

Ya saben, no me regalen libros directamente. Dénme algo que yo quiera, algo que me haga disfrutar:

[…]Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

– Pablo Neruda; Soneto XVII

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