Cápsula del tiempo!

Now Playing:

(Instrumental) Spiegel im Spiegel

– Arvo Pärt –

La semana pasada llegué por casualidad a un Office Depot y pensé en ir a comprar uno de esos sobres manila con un broche (muy reusables, muy útiles). Soy uno de esos bichos raros que les encanta perderse en papelerías viendo todas las libretas y plumas habidas y por haber.

Me distraje tanto que compré sobres engomados en lugar de los que tienen broche reusable y no me di cuenta de ello hasta que llegué a casa. Al ver que no me servirían en mi trabajo me puse a buscarles un uso que no fueran reportes técnicos. Se me ocurrió hacer un archivo de todos mis papeles «adultos» como mis recibos de nómina, papeles del seguro social y esas cosas de gente normal. Justo cuando me estaba sintiendo bien conmigo mismo por esta decisión responsable me di cuenta que ya tenía un archivero dedicado exclusivamente a eso. Me sentí orgulloso de mí mismo y a la vez, decepcionado de mí mismo.

Aún estaba lidiando con estos sentimientos encontrados cuando encontré en el último apartado del archivero un papel solito, arrancado de un cuaderno. Era un cuento que una amiga me pidió revisar, con una nota al margen en tinta roja: «Cálmate antes de revisarlo!» Ese papel fue suficiente para recordar lo que pasó entre esa amiga y yo, cómo nos peleamos esa noche y estuvimos a punto de no volver a hablarnos nunca más. Afortunadamente ese no fue el caso.

Después de recordar el suceso con una lagrimita en el ojo, procedí a revisar el cuento antes de mandarle mis observaciones por mail. Ella no se lo esperaba, ya había dado por perdido ese cuento. Estuvimos hablando me fui a dormir con una sonrisa que ni el lunes pudo arrebatarme.


Ésta fue una de las rarísimas veces en las que un pedazo de papel trae buenas memorias y no sólo mías. Normalmente los recuerdos que guardo siempre cuentan historias en las que yo soy el protagonista y los demás son el reparto secundario, pero en ésta ocasión fuimos dos protagonistas. Quiero repetir esta historia.

¿Les gustaría ayudarme?

Mi meta es crear 50 memorias compartidas con mis amigos, conocidos, fans, familiares, colados y anexos en una especie de Cápsula del Tiempo que será cerrada en Noviembre 2013 y reabierta en Noviembre 2014.

Mi meta es que tú y yo, dentro de un año, podamos recordar este momento de nuestras vidas. Mi meta es regalarte un pedazo de lo que escribo. Te regalo mis palabras, pero deberás esperar un año para recibirlas. ¿Te animas?

¿Qué necesito hacer?

Las reglas son simples:

  1. Mándame alguna clase de mensaje, tweet, texto o comentario en el que me digas que quieres participar
  2. Antes del 15 de Octubre mándame algo de preferencia escrito. Puede ser un poema, historia, anécdota, noticia, chiste, memoria, fotografía, canción o cualquier otra cosa que signifique algo para ti (no te pido tus secretos mejor guardados pero sí algo que sea al menos un poquito importante en tu vida). Cualquier cosa que quieras recordar dentro de un año.
  3. Puedes pedirme que haga alguna de las siguientes:
    • Opinión/ Review
    • Consejo (que no sea de tipo legal ni médico)
    • Remix (usar parte de ello con otras cosas para crear algo nuevo)
    • Obra derivada (un ensayo o historia corta basado en lo que me enviaste)
    • Secuela
    • Alguna otra petición similar y razonable
  4. Durante Noviembre, voy a escribir ~2,000 palabras para cumplir tu petición. Voy a poner tu escrito y el mío en un sobre que voy a cerrar y reabrir un año después. En Noviembre 2014 voy a publicar todo lo que escribí (no publicaré nada de lo que tú me envíes a menos que me des permiso de hacerlo)
  5. Limitado a 50 participantes. First come, first serve
  6. Si la lista se llena y aún quieres participar, puedes entrar como reserva en caso de que alguien se raje o bien, puedes participar en la segunda ronda que comenzará en Diciembre.
  7. Me reservo el derecho de invitar personalmente a quien yo quiera. Estos invitados e invitadas de honor tienen prioridad en los 50 lugares.

Anótame!

La lista de participantes:

  1. Xime (FB)
  2. Mich (FB) – RECIBIDO!
  3. Psanchez (FB) – RECIBIDO!
  4. ChrisCar (FB)
  5. pending
  6. MarcTre (FB)
  7. Wotancito (WMF-MX)
  8. Ehdez (FB)
  9. Mundo (FB)
  10. Diego (FB)
  11. AValencia (FB) – RECIBIDO!
  12. waverider37 (e2)
  13. decoy hunches (e2) – RECIBIDO!
  14. teleny (e2) – RECIBIDO!
  15. Chronosaurus (FB) – RECIBIDO!
  16. Nordenvind (IRL)
  17. Ian (NaNoWriMo)
  18. Dmtta (Twitter) – RECIBIDO!
  19. Cass (FB)
  20. ProtoplasmaKid (WMF-MX) – RECIBIDO!
  21. @datotia (Twitter)
  22. ClauHdz (FB) – RECIBIDO!
  23. @FeliciaRios (Twitter)
  24. @Nanayatzin (Twitter)
  25. @Genxmex (Twitter)
  26. pending
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De anónimos e intenciones dudosas

Now Playing:

(Instrumental)

– Jami Sieber — Maenam –

La situación

Quienes me conocen «en la vida real» saben que tuve un problema feo con stalkers hace algunos años. Afortunadamente no pasó a mayores, pero sí me dejó siscado por decirlo de alguna forma. Todavía me da un rush de adrenalina y me sube el pulso cuando recibo una llamada o un mensaje de un número desconocido, o mails de servicios que no recuerdo haber pedido.

Ayer regresó ese sentimiento cuando regresé de comer y me encontré con dos notificaciones en Tweetdeck. Un tuitero con el nombre de «Andres» y el handle @iknowandycyca me siguió y me pidió followback, diciendo que tenía algo importante que decirme por DM

Desde luego mi primera reacción fue hablarle a un par de personas para calmarme un poco. Un gran amigo me consoló:

Pasó el día, pasó la noche y nada. Hoy en la mañana anuncié que esta persona existía y que, ante la duda, no lo iba a tratar como a un amigo.

Por alguna razón, me respondió un poco después pidiéndome el follow para decirme algo que «debo pensar a solas»

Cuando vi que me respondió rápido, decidí darle un ultimátum para explicarse y ésto fue lo que ocurrió

El primer link lleva a Asperger México A. C. y el segundo al artículo de Síndrome de Asperger en Es-Wikipedia.


Mi idea

Una de mis filosofías base es asumir que la gran mayoría de las personas son «buenas»; que normalmente no buscan activamente dañar al prójimo por razones morales, religiosas o cualquier otra. Adicionalmente a esta idea, sé (por experiencia) que una persona que te quiere hacer daño lo hace, no lo dice.

Bajo esta óptica (que admito, podría estar muy equivocada) puedo pensar que quien sea que esté detrás de la cuenta @iknowandycyca en verdad no buscaba hacerme ningún daño y que posiblemente sí está preocupado por mi bienestar. Sin embargo, hay varios puntos que no puedo pasar por alto:

  1. Como bien dijo mi amigo en Twitter, este acercamiento es bastante psycho (¿para qué tanto secreto? ¿Qué no quiere que los demás vean que se preocupa por mí? Me han llamado peores cosas en público)
  2. Como también dijo mi amigo, si fuera una persona que me aprecia, me diría esto de frente (y aparentemente puede hacerlo, ya que «me conoce»)
  3. Además del anonimato, no puedo evitar leer un tono condescendiente (que usualmente no debería estar presente en alguien que se preocupa por mí): «Hice el intento, lo demás depende de ti, hasta nunca«
  4. Gracias al anonimato, no puedo tener certeza de nada de lo que me dice, principalmente:
    1. El hecho de que lleva poco de conocerme (lo cual podría ser cierto)
    2. El hecho de que no tiene «mi mail ni mi facebook» (lo cual podría ser cierto pero es completamente imposible de probar). Curiosamente, es una persona que me conoce y conoce mi handle de twitter, pero no mi mail ni mi FB, lo cual es rarísimo
    3. La validez de su «consejo» por razones que pondré más adelante.

Problemas de las buenas intenciones

Vamos a asumir que esta persona es buena y que genuinamente se preocupa por mí y que simplemente escogió una forma muy psycho de señalármelo. Aún así, encuentro problemas con sus buenas intenciones.

El primer problema es que no tengo ninguna certeza de que su opinión sea válida. Hasta donde yo sé, sólo un especialista es capaz de decir con cierto grado de precisión que una persona tiene de tal o cual condición médica (y aún los especialistas pueden equivocarse). Su opinión anónima es igual a una opinión de un no especialista y si nos vamos a ese tipo de opiniones, yo me juzgo como alguien que padece depresión. ¿Cuál de las dos afirmaciones está más cercana a la verdad?

Pero ¿qué pasa si esta persona tiene algo de conocimientos? Ahí viene el segundo problema, conocido como la Ley del Instrumento que en términos coloquiales es:

Cuando solamente tienes un martillo, todo se parece a un clavo

Éste es un error que nos ocurre a todos, es la forma en la que piensa nuestro cerebro: una vez que estamos familiarizados con «algo», tendemos a ver ese «algo» en todos lados y a aplicarlo en todas las situaciones posibles. Un gastroenterólogo buscará inevitablemente el problema de su paciente en su sistema gastrointestinal, no por malicia, sino por práctica.

Como anécdota ilustrativa, les contaré la historia de un trabajador social que trabajaba en mi escuela. El último caso que atendió fue el de un chico que tenía mal desempeño escolar y al final se citó a los padres para discutir cómo la violencia familiar afectaba al chico. El trabajador social estaba acostumbrado a ese tipo de casos y lo trató como tal hasta que le informaron que este chico era huérfano y su principal problema era la desnutrición, ya que vivía con su abuela, único pariente vivo, que tenía mala salud y apenas podía ocuparse de los deberes del hogar.

Pero, ¿qué pasa si por casualidad le atinó y en verdad tengo/padezco de Síndrome de Asperger? Viene el 3er problema, relacionado con el anterior. A menos que uno sea un profesional con acceso a literatura especializada, todo lo que uno puede ver es la superficie: el artículo de Wikipedia y una asociación dedicada a los familiares de personas con SA.

El problema de ese tipo de material es que uno está sujeto al Efecto de Forer que es, esencialmente, la tendencia que tenemos a pensar que una descripción de uno mismo es muy particular cuando en verdad es general.

El ejemplo más claro está en los horóscopos. Si se los lee con cuidado uno puede darse cuenta que muchas de las cosas que vienen ahí pueden aplicarse a un gran número de personas, pero tendemos a creer que es una «predicción» particular y personal. No lo es. Del artículo de En-Wikipedia:

Subjective validation occurs when two unrelated or even random events are perceived to be related because a belief, expectancy, or hypothesis demands a relationship

De esta forma, si @iknowandycyca (o su servidor) se pone a leer el artículo del SA con una persona en mente, encontrará que el artículo lo describe a la perfección. Esto pasa porque subconscientemente hay una expectativa, de que alguien (yo) puede encajar en una descripción. Un diagnóstico real es exactamente lo inverso de esto: se analiza primero y se intenta encontrar un cuadro apropiado después.

Aún si todo esto es cierto y su servidor tiene SA, viene el cuarto problema: que @iknowandycyca se presentó de forma anónima y muy psycho a dar un consejo que nadie le pidió. Podrá ser una buena intención y un consejo atinado, pero nadie lo pidió y por lo mismo, es normal que esté reacio a aceptarlo.

Conclusión

Creo que le di más importancia a @iknowandycyca de la que merece, pero es necesario para que todas las personas a las que sí le importo sepan lo que ocurre. Más aún, para que todos (incluyéndome) lo pensemos dos veces antes de dar este tipo de consejos:

  1. No des consejos que no te hayan pedido (a menos, supongo, que sea cuestión de vida o muerte)
  2. Si es una cuestión seria y valoras a la persona, vale la pena decirlo de frente (un amigo jamás debe enojarse de que le digan verdades feas)
  3. No te atribuyas cualidades que no tienes. Especialmente en cuanto a cuestiones legales y médicas

Dicho esto, me atengo a lo que dije. Dado que no conozco a @iknowandycyca, seguiré asumiendo que es un gordo violador de niños. Me gustaría saber que no es cierto. En todo caso, ya borró su cuenta.

Papeles perdidos II

Mis días sin tí son tan oscuros
tan largos tan grises mis días sin tí

Mis días sin tí son tan absurdos
tan agrios, tan duros mis días sin tí

– Shakira — Moscas en la casa –

Hoy tengo que escribirte a tí, la del pasado.

Han habido muchos altibajos en nuestra historia compartida. Sobre todo bajos. En el momento no se siente (sintió) así, pero unos años después veo todo el daño causado.

No te escribo para culparte, sino para hacerte consciente de que tú también tienes parte en esto. No fuiste tú ni fui yo: ambos lo hicimos con plena conciencia y libertad.

Técnicamente, no hicimos nada malo, pero definitivamente todo parecía ocurrir a escondidas. No era nada malo, pero ciertamente no parecía nada bueno.

Técnicamente en cada “escapada” y tiempo libre de los campamentos, cuando fuimos a la azotea de ese hotel en Pueblaa a ver estrellas, en cada viaje en autobús donde nos sentamos juntos, en cada carta que compartimos… no rompimos ninguna regla escrita, pero sí el espíritu de la regla.

Todos, prácticamente todos los que nos conocían me pidieron por años que me alejara de ti. Me sugirieron, me amenazaron, me regañaron, me inspiraron, me rogaron que te alejara de mí y de mi vida. Era demasiado tonto como para tomarlo en serio. De alguna forma, pensaba que estaba haciendo lo correcto, me mantenía dentro de tus pensamientos y tus sentimientos. De alguna forma te quería “ganar” de vuelta.

Hice muchos errores en ese tiempo y como resultado ahora soy marginalmente menos estúpido. Ahora sé que no debí buscarte más después de que decidiste no estar conmigo. Eso me llevó a idealizarte y a buscar algo más de ti. Me conformaba con las migajas que me dabas sin darme cuenta que merezco, por dignidad propia, una comida completa.

Sin embargo, la historia de esos errores y las lecciones que me dieron son solamente para mí y contarlas en una carta me obligaría a reescribir cientos de líneas de papeles que hoy están repartidos en al menos 3 cuadernos, 4 estados de México, dos países e incontables botes de basura.

(2012.04.xx Fingiendo anotar en una junta informativa)

Papeles perdidos I

Now Playing:

You fill up my senses
like a night in the forest
like a mountain in springtime
like a walk in the rain

Like a storm in the desert
like a sleepy blue ocean
you fill up my senses
come fill me again

– John Denver — Annie’s Song

Soy un astronauta. Una figura que vive siempre en el lugar entre la Tierra y Todo lo demás que está allá afuera. Soy ese que a veces está lejos porque se queda viendo al cielo y la inmensidad le calla la boca. Soy el que siempre busca salir sin saber a dónde, sólo por salir. Soy el bicho raro y nadie tiene problema cuando les digo de mi ambición, porque quiere decir que estará fuera de vista de todos. Me apoyan porque mi éxito quiere decir que no molestaré al resto de la sociedad.

Soy un astronauta que sale sin pensar en las consecuencias y cuando está en su misión recuerda a todos los que hicieron posible el viaje. Se acuerda y quiere hablarles, quiere saber si están bien, quiere compartir con ellos lo que le parece uno de los espectáculos más grandiosos de todos, pero no puede. Quiere gritarle a los que ama, pero nadie puede oírlo. Está aislado, nadie responde, nadie entiende. Lo único que puede hacer es mandar un proverbial mensaje en una botella. No sabe que aún si la botella y el mensaje sobreviven y son encontrados, nada asegura que alguien se tome la molestia de responder.

¿Quipen le responde a un loco? ¿Quién se gasta en entenderlo? ¿Quién se ingenia para mandar la botella de regreso al espacio?


Me siento aislado de todos. A veces siento que la gente me ignora activamente y decide sacarme de sus vidas. Soy un bicho raro y repulsivo, que es admirable en un stand de museo, pero que no quieres cerca de ti. You know what I’m saying?

2013.09.02, hoja arrancada de un cuaderno.

De encuentros y matemáticas sencillas

Now Playing:

Yo que ya he luchando contra toda la maldad
tengo las manos tan deshechas de apretar,
que ni te pueden sujetar
vete de mí

– Bebo y Cigala — Vete de mí –

Rant post! ¡Léase bajo su propio riesgo!

Hace poco reflexionaba con un grupo de desconocidos en el internet acerca de cómo a veces me invade el sentimiento de la soledad. No la soledad de no tener una pareja sentimental o de estar relativamente lejos del resto de mi familia; más bien la soledad del que no tiene a nadie cercano a quién contarle cualquier cosa, desde que se rompió una agujeta hasta que se murió mi abuelo.
Las últimas veces que he hecho público este sentimiento me he encontrado con un montón de buenos deseos, pero malísimas acciones. En general, los que me escuchann responden diciéndome que «no estoy solo», que ellos están ahí para cualquier cosa que se ofrezca, que no me preocupe.
Eso es bonito y todo, pero es la típica respuesta sólo-agregue-agua que espero de los que llamo amigos. No es que no confíe en ellos, pero vamos, sé que si digo que me siento mal ellos me dirán que me apoyan. Si hay fuego le echarán un balde de agua. Si alguien estornuda, dicen «Salud!». Narrativa 101.
No me malentiendan, las personas a las que les comparto esto en la vida real son personas en las que confío (de otra forma no les diría nada) y son personas con excelentes intenciones, pero su apoyo moral es inútil la mayoría de las veces. Caray, si sólo se tratara de apoyo moral-verbal, puedo obtenerlo sin alejarme del escritorio y el problema no pasaría de ahí. Tal vez habría una especie de carrera tipo televangelista gringo en la que un fulano se sube al podium para proclamar buenos deseos seculares y frases de apoyo que se pueden repetir como mantras cuando uno se siente desesperado y/o está en el baño.
(Inmediatamente después de escribir este párrafo me di cuenta que esto existe: es el modelo básico del conferencista de superación personal. Un monito que se para frente a un micrófono a decirle a todo el mundo que lo escucha «¡Tú puedes, sé un campeón!». Ni en eso soy original)
Sin embargo la soledad no es algo que se trate con palabras, a menos que uno quiera terminar murmurando cosas raras en una cueva y sea llamado el Sabio/Tonto de la Montaña. La soledad necesita algo más que palabras de aliento.


Hace ya algunas semanas discutía este problema con algunos extraños en un rincón olvidado del internet. Fui ahí porque sé que podría encontrar personas que tuvieran los mismos problemas que yo; tal vez alguno incluso tuviera una guía o ayuda para encontrar una solución. Al menos podríamos hablar entre «iguales», siendo todos afligidos por esta condición.

Lo que pasó fue mucho menos agradable de lo que uno se hubiera imaginado, pero mucho más productivo. Al estar todos en un grupo hermético, los miedos más fuertes fueron saliendo a flote, uno por uno. Las cosas que sabíamos pero que no podíamos admitir ni siquiera a nosotros mismos, salieron como por arte de megia en esa reunión de solitarios. No era un sitio para la discusión racional de nuestras mentes, era un lugar para sacar todas las palabras irracionales y traicioneras que llevábamos dentro. Fue un exorcismo nada agradable y muy necesario.

Cuando me llegó el turno de hablar, presenté el pseudoargumento que llevaba masticando desde Enero: Al discutir mi soledad, la respuesta suele ser parecida a No te preocupes, todos pasamos por eso. El problema de esta actitud es doble.

Por una parte, esta actitud tiende hacia la negación o minimización del problema raíz. Si todos pasamos por ahí y seguimos vivos no puede ser tan malo, ¿cierto? Falso. No todos pasan por la misma soledad de la misma forma. No todos salen de ella. De los que salen, no todos lo hacen ilesos, los daños no son iguales y varios son irreparables. El argumento por la democratización no ayuda a nadie.

Por otra parte, las matemáticas de la soledad no son como muchos las pintan. No es posible que todos nos sintamos igual de incomunicados con el resto del mundo. Vamos a ver por qué.


Yo digo que uno de los «argumentos» de mi soledad es la extrema falta de comunicación entrante: siento que nadie me busca activamente si no es porque necesitan algo. Siento que no estoy presente en las vidas de los que conozco hasta que yo mismo me hago presente. Esto desde luego no es nada más que mi apreciación subjetiva, porque no puedo conocer lo que pasa en las mentes de los demás, así que sólo puedo basarme en la evidencia disponible (lo cual es fácil de hacer porque no hay ninguna).

La única forma que conozco para contrarrestar esto es tomar cartas en el asunto y yo mismo contactar a las personas en las que pienso. Funciona, pero sólo hasta cierto punto y después de varios intentos en los que no hay reciprocidad unos días o semanas después, me siento peor que cuando comencé, no tanto por el dinero y tiempo invertido sin frutos, sino porque parece confirmar mis sospechas y realmente no me gustan los resultados que veo.


No todos pasamos por lo mismo de la misma forma. Sean dos conjuntos, A (los que encuentran) y B (los encontrados). Si a encuentra a b, necesariamente B es encontrado. Esto suena a tautología, pero es necesario para establecer que no a todos nos ocurre el fenómeno de no ser encontrado. Todos los a en A encuentran a alguien y todos los b en B son encontrados. Si hay alguien que no es encontrado, pertenece a C. Las teorías que podrían explicar el hecho de que estoy en C son:

  1. El conjunto A está completamente vacío; o
  2. La unión de A y B no es igual a todo el universo (ergo, el conjunto C no está vacío)

La primera suena completamente ridícula al ver que la interacción entre personas existe. El conjunto A no está vacío, lo cual implica que B no está vacío. Por otra parte, you puedo observar al menos un elemento que no está en B ni en A (yo).


Meh, estoy cansado de escribir esto a lo largo de todo un día aburrido en el trabajo. Al final, sólo quiero decir que estoy solo, que me siento solo y que hay quienes lo tienen mucho mejor que yo. No digas que a todos nos pasa, porque ni nos pasa a todos, ni os pasa de la misma forma, ni con la misma intensidad ni durante la misma cantidad de tiempo.A lo mejor eres una de personas normales con vidas buenas y con amigos que te buscan. Yo no soy así. Cada vez más quiero serlo

Un post forzado

Now Playing:

Perla marina,
que en hondos mares
vive escondida entre corales…

– Sindo Garay — Perla Marina

0

Llevo literalmente 800 palabras y 6 horas escribiendo este post y nada más no puedo avanzar (clic en la foto para agrandarla). Ya escribí 4 veces lo mismo y no puedo llegar al punto que quiero llegar de forma elegante. Estoy harto, tendré que forzarlo para que salga.

1

Luis Pescetti decía que orinar puede ser una experiencia fuera de este mundo o una acción rutinaria, la diferencia está en la distancia a la que está el baño más cercano. Algo muy parecido pasa con las relaciones: mientras más tiempo ha pasado desde nuestra última relación, más se nos distorsiona la visión y se tienden a idealizar algunas cosas, bajar algunos estándares. Esto nos pasa a todos

2

Llevo un buen rato sin estar en una relación romántica formal. La última fue demasiado intensa (para bien y para mal) y me costó mucho trabajo salir de ella. Temo que la distancia me ha cambiado la forma de percibir mis propios sentimientos y actuar sobre ellos. El cambio ha sido más malo que bueno

3

Si combinamos estas «cataratas sentimentales» con mi situación de relativa libertad desde hace un par de años, tenemos a un chico que se ha dedicado a darle rienda suelta a los sentimientos, sin pensar demasiado en las consecuencias. Bueno, «darle rienda suelta» es un término fuerte e incorrecto; sería mejor decir que me he dejado de preocupar por las sensibilidades ajenas y me he atrevido a hacer muchas cosas que antes no hubiera hecho. Esto es malo

4

Me di permiso de querer mucho a personas que probablemente sólo me veían como un amigo. Ésto en sí no es nada nuevo en mi vida; la diferencia estriba en que últimamente he creído verdaderamente que era posible una relación con esas personas, a pesar de haber enormes obstáculos de por medio, incluyendo distancias de más de 400 km y un matrimonio previo. Mi cerebro me está fallando, mi corazón me está traicionando.

5

Estoy en el año de la nueva destrucción, y para honrarlo tendré que sacar a esas personas de mi vida de un jalón y sin explicación. Después de mucho ver al pasado, me doy cuenta que ninguna de esas personas me hizo algo malo, ninguna me dio alas, yo solito las construí. De todas formas no puedo aguantarlas más en mi vida. Son un recordatorio mórbido de mi autosabotaje. Adiós

De indirectas y otras cosas que no debería escribir pero igual las escribo

Now Playing:

Cómo gasto papeles recordándote
cómo me haces hablar en el silencio
cómo no te me quitas de las ganas
aunque nadie me vea nunca contigo…

– Silvio Rodríguez — Te doy una canción –

1. Los síntomas

Para los que me han leído desde hace años, sabrán que a menudo escribo indirectas por aquí. Sin embargo, desde hace un tiempo intento activamente no hacerlo, por varias razones. Principalmente, porque escribir indirectas tiene varios problemas en sí:

  1. Es decir cosas que debería decir de frente. Es cierto, algunas de esas indirectas son más bien banales, pero algunas no lo son y tienen un(a) destinatario(a) único(a).
  2. No buscan realmente un diálogo. Como parte del punto anterior, no aviento esas indirectas porque esté buscando un diálogo, sólo quiero decir algo sin tener que oír una réplica. Tal vez no estoy preparado para una respuesta desagradable.
  3. Son un ejemplo de «wishful thinking». Escribo indirectas porque en el fondo estoy esperando que el destinatario lea todo lo que pongo aquí. Eso es increíblemente egoísta de mi parte.
  4. A veces (99% de las veces) pienso que en realidad nadie me lee y las indirectas son una carnada, una forma fácil de «forzar» una situación en la que mi destinatario admite que me lee o admite, por omisión, que no lo hace. Lo más patético de este punto es que ni siquiera es lógicamente correcto (hay muchas otras posibilidades).

Comprender estos puntos me ha llevado años y hoy puedo decir mucho más fácilmente que antes que echar indirectas no es sano para el cuerpo ni para la mente. No construye relaciones, especula sobre la información que se tiene y que casi siempre es incompleta o incorrecta, crea paranoia, celos, inseguridad y/o ansiedad. Crea conflicto en lugar de destruirlo.

2. El problema

Sin embargo, una cosa es memorizar la lección y otra muy diferente es aprenderla. Claro, ahora sé que escribir indirectas (aquí y en cualquier lugar) no es nada bueno, pero aún no me deshago de las ganas de hacerlo de vez en cuando. ¿Por qué? No lo sé exactamente, pero sospecho que tiene que ver con las ganas de desahogarme.

«Desahogarse» es siempre algo sentimental, algo subjetivo. Es querernos librar de un mal sentimiento por vías que casi nunca son racionales: pláticas, alcohol, peleas, malos poemas, largas sesiones de música y lágrimas y muchos otros comportamientos. No digo que sea algo malo, pero creo que hay que tener mucho cuidado en cómo nos desahogamos. Los excesos son malos y rumiar demasiado tiempo un mal sentimiento puede causar daño permanente.

Creo que se puede ser irracional y creo que a veces es necesario ser irracional para dejar salir muchas cosas que lo «racional» no permite. Ejemplo: Penn Jilette (de su libro «God, no!«)

En otras palabras: esos impulsos irracionales están ahí, son parte inherente de nuestra naturaleza humana y es bueno dejarlos salir de vez en cuando siempre y cuando no nos dejemos guiar por ellos.

3. La(s) paradoja(s)

Vamos a imaginar que hablo de una sola persona a quien le escribí muchas indirectas en este blog. En realidad es más de una y no todas las indirectas fueron escritas aquí y no todas las indirectas tenían un trasfondo romántico (en realidad, sólo una minoría eran así) pero voy a simplificar todo porque así es más fácil de escribir.

Muchas veces vi publicaciones en Facebook acerca de tal o cual aspecto de su vida: relaciones, la vida de una overachiever académica, los lugares a los que fue y lo que hace de su vida en general. Debo admitirlo: muchas veces estuve tentadísimo a comentar «Nobody gives a fuck» después de ver (según mi mente) por enésima ocasión el amanecer visto desde Playa Quiensabequé. Por mí podía haberla tomado desde Patolandia.

Justo antes de presionar «Enter» me daba cuenta de lo estúpido que era ese comentario y lo estúpido que me vería poniéndolo. Me frené, pero el pensamiento no se fue.

El gran problema con las ideas que no se van es que uno las mastica todas juntas y pasa por varias etapas, lo mismo que hace una vaca con su pasto. Al final uno tiene un montón de ideas masticadas y medio digeridas y que ya no se parecen nada a lo que eran en un principio.

Esto es un problema porque enmascara las malas ideas. Cuando ese proceso sólo tiene ideas buenas o potencialmente buenas, el resultado es pasable en el peor de los casos y brillante en el mejor. Pero si metes ideas contaminadas o sucias como «Nobody gives a fuck» el resultado siempre será malo y contaminado, pero puede estar enmascarado por otras ideas que parecen más justificables.

Continuando con el ejemplo de las fotos de Patolandia, escribí un pequeño ensayo hablando de cómo uno debe mantenerse fiel a sí mismo. Después de página y media, me di cuenta que el ensayo se debería titular: «Me caes mal y voy a escribir todas las cosas que haces mal. Ergo, soy mejor que tú«. Borré todo y salí a caminar una hora. Me sentí como si me hubiera salvado de que un cohete me explotara en la cara. No quiero volverlo a hacer.

4. El punto bajo

Ella siempre me alabó ser alguien «increíblemente creativo». Lo dijo después de que le diera un poema, después de que escribí mi primer (pésimo) libro de cuentos, después de un recital de piano, después de participar en un concierto con otros 3 coros y después de muchos otros «logros creativos». Bullshit.

Eso no es ser creativo: eso es la suerte de tener una familia que apoyó muchos de esos «hobbies» durante mi infancia, una familia que nunca me juzgó y me impulsó a buscar más que la vida académica que la escuela ofrecía, una serie de maestros que me hicieron crecer en esos «hobbies» y, como efecto secundario, me ayudaron a conocerme mejor a mí mismo. Eso y una completa ignorancia de lo malo que eran el poema y el libro y el recital y todos esos logros.

Eso llevó, años después, a que ahora la veo a ella como alguien completamente aburrida. No sé qué le apasiona. Sé que le gusta leer, pero eso es demasiado genérico; no hay dos lectores iguales. De mis amigos sé quiénes son Potterheads y quiénes son Whovians; sé quiénes le van al América o al Chivas; quiénes corren maratones y quiénes hacen bici de montaña; quiénes son voluntarios en una editorial o en un asilo de perros….

Tal vez en realidad no recuerde todo eso, pero tengo bien en claro que la gran mayoría de mis amigos tiene esos pasatiemos y hobbies y pasiones que los definen mucho más que sus estudios o título universitario. De ella no recuerdo nada. Sé que le apasiona su trabajo, aunque jamás me ha dicho exactamente qué es. Jamás me ha presumido ser fan de una serie de TV, de libros, manga, anime, cómic o novela gráfica. No sé si está obsesionada con algún autor, dibujante, deportista, cantante, músico o periodista. No encuentro en ella ninguna de esas obsesiones sanas que te llevan a crear y a pensar siempre en algo más.

Eso es aburrido: me encanta conocer a personas con ese nivel de obsesión. Me da miedo que sea contagioso y que me quite mis «rarezas» para convertirme en alguien normal. Me da tristeza que al pasar de los años la recuerdo por rasgos relativamente genéricos de su personalidad.

5. La redención

No debería escribir/publicar esto, pero lo escribí y le he dado tantas vueltas que no publicarlo nada más me crearía basura mental y va en contra del punto número 5 de este Manifiesto. Lo publico porque no hacerlo sería una hipocresía, pero moralmente no debería hacerlo. Al menos ya lo admití.

Re: 30 days, 30 songs

Now Playing:

(Instrumental) Troian Beauty

– Nobuo Uematsu –

Hace tiempo platicaba con una nueva amiga sobre mis gustos musicales y me propuso, para recomendarnos más música entre nosotros, hacer el reto de 30 days, 30 songs que tanto ha circulado por el internet.

Me disponía a prepararlo cuando me encontré en los archivos offline de mi Tumblr que ya había hecho ese reto hace tiempo (en el 2011, para ser exactos). Para cumplir mi palabra con una cantidad óptima de esfuerzo, aquí les reproduzco la lista entera de 30 canciones para escuchar en 30 días (más uno que otro extra por ahí)

Considero el caso cerrado.

  1. Your favorite song: Alan Menken – Part of your World (reprise) | here
  2. Your least favorite song: Justin Bieber – Baby | here
  3. A song that makes you happy: Leah Dizon – Everlasting love + you  | here
  4. A song that makes you sad: Elizabeth Anka Vajagic – With hopes lost | here
  5. A song that reminds you of someone: Mexicanto – Coincidir | here
  6. A song that reminds you of somewhere: The Mavericks – Blue moon | here
  7. A song that reminds you of a certain event: Ariel Ramírez – Noche anunciada | here
  8. A song that you know all the words to: John Lennon – Love | here
  9. A song that you can dance to: Fall out boy – This ain’t a scene (it’s an arms race) | here
  10. A song that makes you fall asleep: Claude-Michel Schonberg – Bring him home | here
  11. A song from your favorite band: The Beatles – Eleanor Rigby | here
  12. A song from a band you hate: RBD – * | here
  13. A song that is a guilty pleasure: Fanny Lu – Tú no eres para mí | here
  14. A song that no one would expect you to love: Shakira – Moscas en la casa | here
  15. A song that describes you: Queen – Somebody to love | here
  16. A song that you used to love but now hate: The Black Eyed Peas – Let’s get this started | here
  17. A song that you hear often on the radio: Mika – Grace Kelly | here
  18. A song that you wish you heard on the radio: Real de Catorce – Blues del atajo | here
  19. A song from your favorite album: Koh Otani – The opened way | here
    1. A song from your favorite album EXTRA: The Protomen – The fall | here
  20. A song that you listen to when you’re angry: Muse – Uprising | here
  21. A song that you listen to when you’re happy: The Seatbelts – Spokey Dokey | here
  22. A song that you listen to when you’re sad: Emilie Simon – to the dancers on the ice | here
  23. A song that you want to play at your wedding: Charles Aznavour – She | here
    1. A song that you want to play at your wedding EXTRA: Charles Aznavour – De quererte así | here
  24. A song that you want to play at your funeral: Regina Orozco – Montón de tierra | here
    1. A song that you want to play at your funeral EXTRA: Ralph Stanley – Oh death | here
  25. A song that makes you laugh: Chava Flores – Cerró sus ojitos Cleto | here
  26. A song that you can play on an instrument: Scott Joplin – Solace | here
  27. A song that you wish you could play: Yoko Shimomura – Working Together | here
    1. A song that you wish you could play EXTRA: Nobuo Uematsu – Those who fight (Piano version) | here
  28. A song that makes you feel guilty: Mecano – Stereosexual | here
  29. A song from your childhood: Maná – Cómo dueles en los labios | here
  30. Your favorite song at this time last year: Jeff Pescetto – Duck Tales | here

 

Cómo una cosa te lleva a la otra Pt. 1

Now Playing:

If you said goodbye to me tonight
there would still be music left to write
What else could I do?
I’m so inspired by you
That hasn’t happened for the longest time.

– Billy Joel — For the longest time –

No soy neurólogo, pero estoy seguro que el cerebro de todos nosotros funciona en formas más o menos iguales. No me refiero a la anatomía del cerebro o a sus procesos fisiológicos principales, pero más bien a la forma en que pensamos ciertas cosas.

¿Quieren un ejemplo?
Durante años pensé que había hecho el descubrimiento del siglo cuando en lugar de memorizar los números de teléfono de mis mejores amigos, memorizaba el «recorrido» entre los botones, haciendo patrones de triángulos y rectángulos chistosos. Me sentí en comunión con el mismísimo Arquímedes y su famoso «¡Eureka!», con un lugar garantizado en el paraíso de los nemónicos hasta que descubrí que al menos 4 de mis amigos hacían exactamente lo mismo, sin ponernos de acuerdo previo. So much for a novel idea.

(Nota al margen: es interesante notar que, a finales de los 80s e inicios de los 90s un gran número de personas usaron la misma solución al mismo problema de forma intuitiva, sin canales virales de comunicación y sin internet. Las causas e implicaciones de este caso particular se dejan como un ejercicio al lector)

Lo mismo pasa cuando uno tiene un par de minutos libres y comienza a pensar en algo, que te recuerda a algo más, que te recuerda a algo más y para cuando vas en la sexta parada, estás un mundo de distancia lejos del tópico original. Cada persona es un archipiélago de ideas y memorias y en este caso, los seis grados de separación no alcanzan a cubrir ni la décima parte del mapa completo.

Curiosamente, este post comenzó con un mapa muy específico. Cuando vi que no podría llegar a mi destino usando sólo una bicicleta, busqué inmediatamente otro mapa en mi cartera, donde encontré el ticket de una compra que no reconocía. Cuando revisé mi historial de compras vi el recordatorio de continuar con mis clases, que me llevó a guardar un video educativo en Google Reader, donde me recordaron amablemente que debía cambiar de servicio de agregación de RSS, lo cual me llevó a migrar mis servicios, lo cual me llevó a releer las instrucciones para ser feliz más precisas que conozco. De ahí vine inmediatamente aquí a escribir.

Este tipo de paseos sin rumbo me suelen dar una especie de rush muy agradable que posiblemente es el responsable de la mayoría de los posts durante los primeros años del blog (y de algunos de los errores más divertidos que me han ocurrido IRL). Sin embargo, lo que sea que escriba durante ese rush es parecido a cualquier otra cosa hecha bajo la influencia: «It seemed like a good idea at the time«. He aprendido a no dejarme llevar tan fácilmente y ahora dejo que se calme un poco la adrenalina literaria antes de publicar.

No necesariamente termina en mejores posts, pero al menos te quita el sentimiento de culpa que te queda al día siguiente cuando lees lo mal que escribiste.

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